martes, 11 de noviembre de 2014

El amanecer

 El frío de la palabras,
Recitadas por el papel,
Cortan como navajas
El corazón de él.

Las lagrimas derramadas,
Se mezclan con la tinta,
Los versos los pinta,
Tras el dolor por su amada.

Entonces se cae,
El pensamiento lo acorrala,
La soledad va y lo amarra,
En sus ojos se puede ver,
La tristeza que trae.

Abatido miraba al cielo
reclamando un ¿por qué?
¿Porqué ella tuve que irse?
¿Por qué? ¡¿Por qué?!

Sin respuesta entonces,
Cansado ya de llorar,
Como a eso de las once,
Deseaba todo acabar.

Ahí fue donde tomo el arma,
Quería regalar su alma,
quería acabar con todo,
que lo encontrasen al alba.

Tomó un lápiz y un papel,
y entre lagrimas escribió,
El más triste poema,
De Edgar Allan Poe.

Dejó el papel en la mesa,
Estaba ya por amanecer,
Tomó el último sorbo,
de su taza de café.
Ahí fue donde decidió,
Subir a lo alto del edificio,
y ante el despertar de Dios,
Tomó un poco de aire y gritó:
¡Tómame ya de una vez!
y disparó.

Sir Name