''Despierta es tiempo de recrear tu mente.
es tiempo de abandonarlo todo.
es tiempo de abrir esa herida.
es tiempo de irse lejos hacia otro universo.
es tiempo de que esa lluvia se vuelva arco iris
es tiempo de que tomes las riendas de la alegría sin piedad ''
Decía una voz mientras mi asiento se inclinaba hacia atrás, el seguro del broche se encontraba apretado a mi estómago, a penas podía respirar, mis brazos totalmente descubiertos, sentí frío, sentí un vacío, me arropé entre ese eco que se escuchaba una voz grave, tan grave que llegaba a ser una especie terrorífica, no lograba ver aún nada, mi vista se encontraba totalmente nublada, algo me habían dado, algo había digerido, me sentía drogada, ida, no podía recuperar mi visión normal y eso me desesperaba. Volví a retomar una palabra de mi boca que con suerte mi mente podía andar, ''¡Diablos es un cansancio enorme!'' me repetía al presenciar que mis ojos se caerían de mi rostro, nadie me escuchaba, ¿era participe de alguna especie de lavado de consciencia?, ¿era esa voz que golpeaba en mi interior y yo simplemente me imagino todo esto por el efecto de venenosa droga? ''¡AYÚDENME!'' mi mente, mi cuerpo completo pedía ayuda, presenciaba que iba a acabar de una manera extraña hasta que se escuchaba un susurro en la penumbra, un susurro que más bien podía despertar una paz, una tranquilidad, una especie de camino indeciso, un andar moribundo hacia la felicidad falsa, una utopía emocional.
''Despierta, no hay dolor que no se calme con pastillas
no hay dolor que no enfrente el hablarle a un desconocido ''Mi sombra''
no hay dolor que no calme mi peso, mi llanto, mi razón, mi soledad inestable
no hay dolor que exista entre mi cuerpo, entre esos ojos lluviosos solitarios
no hay dolor que no traspase mi pecho, no hay dolor que no se pueda respirar de nuevo
no hay dolor que alguien lo destruya, no hay dolor que no te ahogue en un océano enigmático
no, no hay dolor, no hay dolor, no hay dolor, no existe el dolor''
Se alejaba con paciencia, con fervor y elegancia de mis oídos, de aquella habitación en la cual lentamente yo sentía desvanecerme, sentía un liquido correr entre mis brazos, ya no me molestaba el amarre, mucho menos me importaba volver a ver, ''si, me había rendido'' Era esa luz que enfocaba mi mal pensamiento, era esa luz la cual podía estremecer ese sufrimiento, estiré mis piernas, la moví de manera ingenua, y la visión ya parecía aclararse un poco, pero abundaba una luz que no paraba de observarme desde arriba, de hacerme sentir indefensa, de pensar que mi vida se había acabado en un sector por tener una sustancia de sangre enferma.
[Lady name]
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