miércoles, 13 de noviembre de 2013

Días y días

Segundo día sin ti: me he despertado con el sonido de los camiones, el smog de esta comerciante ciudad perdida, ciudad bohemia, cuidad envenenada. Se puede dialogar con el viento, con la furia del soplo que mueve el ardor de mi cabello al extrañarte en demencia, y aun así tu ausencia me inquieta, autos, micros, camionetas, camiones, buses, todo me parece una esquizofrenia mínima, ver a cada prospecto humano observar detalladamente su aparato tecnológico, - Y por ello ni se fijan hacia donde van – pero hay algo que detiene esa rutina al menos, veo las risas, y bromas de mi hermana con su amiga, que suelen ser y estar siempre alegres, risueñas, contentas. Y yo solo voy con mis pies cansados, observo gente y sigo con mis pasos cansados de tanto andar en una ciudad descontenta, muerta en soledad - no existe la soledad - ese gentío, ese mismo gentío que bruscamente empuja con gran velocidad, con apuro ya sea en el metro, o los mismos ruidos afónicos y desastrosos de sujetos vendedores, ese estante donde cantan evangélicos adorando una especie de ‘’sueño’’ que desgraciadamente no volverá a resucitar y mucho menos volverá a nosotros a ésta raza tan imperfecta. Prosigo extrañando a mi ser único, a mi complemento – sí, me haces tanta falta y anhelo decírtelo o incluso gritarlo – a pesar de ser horas, quizás más que horas contemplo tu contorno inefable, tu sonrisa esplendida, esa misma que me da sentido a todo lo que precisamente me rodea. A veces pienso que entre las letras encuentro una manera de calmar esto que me hace extrañarte, escucharte en mi cabeza, pero ¿sabes? Es algo que me encanta, alimenta ésta felicidad que solo tú has podido lograr en mi de la manera más real y creativa posible. Y espero continúe de la misma manera el tiempo que así lo quiera o más bien, si así nosotros mismos continuamos queriéndolo. Ya mañana, volveré a caminar por las calles malditas de robótica gente, pero ésta vez será en una clínica en la que yo me veré forzada a entrar a que me examinen por completo, me vean que es lo que tengo, que es lo que guardo, un sinfín de cosas en las que el tiempo, y esas horas eternas, harán de mí el ser humano más loco por querer besarte, querer abrazarte, sentirte más que cerca y suene algo paradójico o incluso más loco que yo, tu voz lo logra. Hace de mi un vuelo, entrega un sentimiento tan puro que calma en demasía, ¿te lo he dicho? Bueno, ahora mismo lo escribo y sé que puedes leerme entre líneas.

Tercer día: he logrado al menos tenerte cerca en mi pensamiento como acostumbro, logré comunicarme con el clima mediante la música que llevaba en mis oídos, - tu voz - . El metro, ¡oh, cuánto detesto el metro! Lleno de gente desesperada, deprimente, malhumorada, gente que no puede entender la manía tan innecesaria de apurarse tanto, podía reír burlarme incluso de los demás fácilmente, de mujeres que se preocupaban más de su apariencia que de la misma hora. Llegue a esa clínica, la cual muchos recuerdos habitaron en mi cabeza por millares y millares de segundos, que sin querer mi piel se erizó de los nervios, de sentir esa experiencia viva en esos pasos en cada pasillo que caminé dudosa, ¡el lugar esta enorme! – mucho más enorme- me decía observando todo detalle del ascensor, de las escaleras, de las entradas, de la tecnología que se utiliza en esta ciudad, escuchando papeleos, teléfonos sonando, y para variar el gentío repleto dentro, esperando, enfermos, niños, bebés, un sinfín de personas esperando su turno. Y yo sentada, asustada, pensándote de manera infinita, en esos segundos suena la voz de una mujer llamando a un paciente llamado: ‘’’’ reí y acaricié la pantalla de mi reproductor de música puesto que se encontraba tu voz cantándome en esos segundos que parecían interminables, pensé para mí: - te extraño tanto- … y en ese silencio observé al tipo, cabizbajo y preocupado entrar por ese enorme pasillo, declaré mi guerra en mi pensar que éste día sería el más largo de pronto suena mi nombre, temblé me sentí con miedo admito que pensé lo peor en ese momento, me vi en un río de emociones perdidos, todos completamente pesimistas, besé el terror, y me arranqué el pecho de los nervios al entrar a esa enorme puerta. De la nada aparece una señora no parecía molesta al contrario era amable, cariñosa y gentil me dijo: ¿señorita? Sí, respondí yo algo tímida, - desvista su brazo izquierdo por favor - dijo ella mientras yo observaba su amiga aguja entre sus manos dejando todo listo para comenzar su trabajo. Unos minutos después me di cuenta que eran tantas veces en el mismo brazo que ya había perdido la cuenta y el dolor mismo por ya no tener más donde pinchar con su amigable sujeto punzante, río por mi broma en esos segundo que dije: ¿van a hacer un ritual o algo así por ser seis frascos? Esa carcajada amigable de su parte me dio a entender que hay excepciones de médicos o gente en clínicas que tienen un poco sentido del humor, reí también con ella y al terminar suavemente me tomó por sorpresa que amable y cariñosa con un algodón limpiara la sangre mínima que salía de mi brazo y preguntó ¿eres del sur? Y yo reí cómico y pensé: ¡el detalle más pequeño, me recuerda a ti! me levanté, ella también, me sonrío y dijo ‘’que le vaya bien pamela, ahora puede comer lo que se le antoje’’ reímos la abracé y amablemente abrió la enorme puerta y me retiré casi mareada pero contenta, no pensé que sería atendida por alguien tan amable, te recordé en esos minutos cuando salí de ahí, imaginé que estabas esperándome para yo acobijarme en ti y abrazarte sin soltarte y besarte alegre por tener al mejor a mi lado, imaginaba tanto eso en esos minutos, mi mente volaba en recuerdos, escuchaba una y otra tu risa, tu voz que me calma y me da tanta seguridad, miraba incierta pero demasiado contenta al saber que tengo conmigo a alguien como tú, porque no te imaginas lo infinito que te amo a ti y que estoy enamorada completamente. Regresé a este departamento, vacío, solitario, me encerré en la pieza y recuerdo haber dormido bastante, en eso desperté me sentí tan mal mi cabeza iba a explotar hacía muchísima calor era un sol de desierto que había habitado en la pieza (y eso que estaba la ventana abierta de par en par) miré tus fotos en mi notebook, sonreía idiotizada por contemplar algo tan seráfico como ese primer video que me mandaste ¿recuerdas?, sí, para mi esos besos y esa sonrisa me llenan a pesar de que estés en un moribundo silencio y solo hagas aquello, te miraba como si estuvieses frente de mí, lloré, me desesperé te echaba demasiado de menos, lloré demasiado, no pude contener esas ganas de sentirte conmigo aunque sea tu voz, y de inmediato vi el celular que estaba recostado en la cama donde duermen mis padres, no dudé y llamé incontrolable a tu número, llamé y sonaba ocupado, lo intenté nuevamente y parecía sonar para que contestara alguien, y de pronto suena tu voz… ¡oh como deseaba escucharte! Hablamos como si no nos hubiésemos escuchado por años, ¿era igual a como yo te extrañaba?, ¿lograste desesperarte como yo o es que, ambos sentimos y nos conectamos a ese extremo? Al momento esplendido de escuchar tus besos, tus palabras tiernas, sonreí llorando, no te imaginas lo feliz que me hacen sentir tus ‘’te amo’’ o tus besos o cualquier cosa, más aún que me digas ‘’amor’’ son detalles lo sé pero sean o no detalles, logran hacerme tan feliz por completo. Tuve que cortar por el odioso de mi padre que se encontraba detrás de la puerta escuchándome, reí al abrir la puerta creo que, todos notaron el cambio de ánimo que tuve, más bien así mismo fue, el dolor de cabeza desapareció inmediatamente, y allí pude darme cuenta que eso de que eres mi  medicina, al parecer es cierto coincide bastante, solté una risita pequeña en la habitación y me recosté en eso de la nada logra conectarse a internet el móvil, no dude en entrar para poder comunicarme más aún contigo, deseé escucharte y pregunté a la madre de Cristina – la amiga de mi hermana – cuando dijo: sí, si tengo está allí trata de conectarte. La miré sonreí y enseguida pude conversar al menos no las horas que ambos queríamos pero me sentí en el aire, sí en ese mismo aire que provoca un vuelo inmenso e interminable, como esas sensaciones que solo tú logras hacerme sentir, volé. Volé en esos minutos mágicos, seráficos, tan especiales que solamente contigo consigo sentir, desahogué mis deseos y ganas de decir que te amo con demencia y en demasía, más bien ambos desahogamos aquello, llegó la maldita hora de tú irte y ya comenzaba a sentir la rutina nuevamente, comenzaba a sentir el suelo, pero mientras cerraba mis ojos podía imaginar tus besos y sonreía, sonreía tanto que pude darme cuenta lo bien que me haces, lo bastante que me conmueves, ¡y es tanto!. Te pensé durante muchas horas, hablé con mi hermana de ti, como eres conmigo, lo que me haces sentir, lo que logras en mí, y sabía que por un lado ella se encontraba aburrida de escucharme pero no paré de conversar sobre ti hasta dormirme sola, sí muy idiota pero eso hice hasta poder encontrarte en mis sueños y poder abrazar tu ser y besar tu universo por completo.

Cuarto día; ¡Vaya que no imaginaba que sería de esta manera este día tan malditamente aburrido! He sentido un malestar de estómago durante todo el día, nervios, vértigos que no me han dejado tranquila, y mi hermana por otro lado contentísima por ver a su artista, yo con ganas de verte, poder verte, poder besarte y sentir que vuelo en tus brazos, sentir en el aire esa exquisitez que provocas en mí, algo que quizás tu mismo no entiendes como logras aquello pero sinceramente no lo descubras, déjalo que sea un enigma, un hermoso enigma. Bueno fui temprano a sacarme las radiografías que tenía que hacer, ‘’segundo control’’’ y pensé: espero que todo salga bien y que no sea grave’’ ya sabes soy algo pesimista, no pensé en nada más que todo mal (además como mencioné el día estaba horrible de aburrido) creo que si soy una verdadera misántropa después de todo, la gente me apesta, ver tanto bulto me estresa, ¡pero en adverbios de cantidad! No entendía de donde podría salir tanto gentío junto, que me senté a esperar por suerte, llamaron mi nombre en un abrir y cerrar de ojos, ya, todo listo, proseguí en busca de mi doctor, quien operó e hizo este milagro en mi columna, continúe y encontré su puerta, la abrí y de inmediato yo y mi padre conversamos con él. El muy pacíficamente observó detalladamente al ser enviado a su correo mi radiografía y cuando noté cierta tranquilidad mientras examinaba atento, mis nervios estaban a pronto de calmarse, a estar en paz, ya mis nauseas de apoco se iban desvaneciendo, en eso un silencio incómodo se presentó en la sala por momentos, hasta que dijo: ‘’No, todo está perfecto, ningún problema, ningún detalle, todo está en orden’’ mi corazón saltó de alegría, ¡creí que moriría!. Le di un apretón de manos y le sonreí nos despedimos cordialmente de él y luego al salir abracé fuerte a mi padre y casi llorando mencioné entre un suspiro muy calmado ‘’por fin estoy bien, por fin’’ pensé en ti, en que estarías haciendo y bueno, pesqué el infaltable móvil de mi madre, y te mandé un mensaje (espero te haya llegado) más bien quería que dejases de sentir preocupaciones y saber que había salido todo bien, debo admitir que en esos momentos me sentí tan tu esposa y reía sola mientras mi madre me miraba como extraña luego de eso, llegamos a la casa, yo sin nada que hacer más que pensarte, me recosté, cerré mis ojos escuchando ‘’en la misma luna’’  tu voz la necesitaba tanto, tus palabras, que me dormí con eso, y cuando despierto estaban arreglándose para ir a dejar a mi hermana a su concierto, el cual por cierto estaba repleto de muchas niñas y mujeres que me impresionó al máximo al ver a personas de la edad mía, en fin, esperé que fuesen a dejarlas, prendí el televisor (sí muy rara vez lo e hecho) pero hoy fue una excepción, daban LOS SIMPSON  al menos te recordé por los RAMONES cuando le cantaban feliz cumpleaños reía demasiado y comencé a extrañarte, ya terminando prendí mi notebook para poder escribirte, pero me perdí leyendo el libro con un poco de música, ya sabes yo no puedo leer sin música o hacer algo sin ella, sabes que me fascina y no puedo estar sin ella. En esos segundos llega la madre de Cristina, algo seria algo silente, caminaba paseaba por el pasillo y todo lo que hablamos fue un ‘’tus padres ya volverán fueron por ahí a pasear’’ bueno me dije, quizás algo pasó no sé no le di importancia, yo me puse a cantar tantas canciones de Boom boom kid que me olvidé del mundo y solo te pensaba una y otra una y otra, hasta que llegan, tomamos once, y yo estaba con mis típicos dolores infernales en el estómago, y veo en las noticias el montón de bulto de gente en el estadio, en eso ya debíamos ir a buscarlas. Fuimos me encontré con la voz del tipo cantando ‘’baby oh baby’’ reí y comenté : al menos el tipo canta bien para ser en vivo, unas tipas me miraron con rostro de odio por haberlo dicho tan fuerte ya que llevaba puesto mis audífonos y mi madre se puso a reír y dijo: no será mi culpa que algúna fans te pegue hija, yo la miré y en eso PAF tiran fuegos artificiales y acaba la función, ¡POR LA MISMA MIERDA QUE ESTABA LLENO! Tacos y tacos de autos, camiones, micros, camionetas, motos, y montones de chicas con poleras, cintas en la cabeza, pulseras, gorros de aquel llamado Justin Bieber, un tipo vendía un poster de él el cual decía a cada segundo ‘’sale rico chiquillas sale muy rico con el torso desnudo miren miren sale muy rico’’ a lo que yo respondo al pasar por su lado ‘’nahh, hay hombres mejores que eso’’ y solo conseguí que dos tipos me aplaudieran y me dijeran ‘’¡esa si que es una mujer!’’ y pensaba que si hubieses estado conmigo más de algo les hubieses dicho jajajaja, no tienes idea como te extraño, miraba a tanta gente y era como verte en cada una de ellas, por donde viese, estabas ahí, perdido en mi retina, cuando de pronto pasamos por un sitio oscuro caminando, (ya que locomoción ni siquiera se podía tomar ¡se encontraba un taco de los mil demonios!) ¡había una luna preciosa! Te pensaba mientras la miraba, y podía escuchar tu voz al cerrar mis ojos y me dije; Creo que me enamoré tanto de ti… y un cierto escalofríos golpeó mi cuerpo, ¿miedo? Me decía pero no, algo más era, pero no quisiera descubrirlo, caminé y caminé viendo la luna sin parar, incluso hasta cruzar la calle, y te sentía conmigo, tomando mi mano, riéndose por cualquier cosa, abrazados, siendo solo nosotros, y suspiré, suspiré demasiado en ese rato, hasta que llegamos y ahora me encuentro escribiendo esto, no hemos hablado en todo el día pero al menos sé que mis mensajes para ti son algo útil, es lo que menos puedo hacer, pero ya mañana se acaba esta tortura, podré escucharte mucho mejor, podré hablarte, podré verte, reír, besarte, abrazarte o incluso, ser tú lo primero que escuche al despertar lo cual me enamora tanto eso, o cuando me cantas, me dices locuras, ¡te amo tanto! te necesito tanto, ya quiero que se haga de día para poder al fin estar de esa manera contigo, estar presente, estar conversando de la manera más eterna posible, reír y solo reír y que nada más importe… solo quiero decir que te amo y ¡es lo que sé y lo único que quiero saber! Porque eres mi música y yo tu poesía y juntos hacemos el mejor complemento. ¡ahj amanece pronto! 
te extraño.

[Lady name]

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